
Esta “obra al viento” nace por la inquietud de conocer cual es el resultado de diseñar exclusivamente para el placer de los sentidos.
El protagonista de este proyecto es el viento, un elemento no visible, puramente sensorial, el cual, uno exclusivamente es capaz de sentirlo a través de la piel, una energía que sólo se puede materializar observando sus efectos.
El protagonista de este proyecto es el viento, un elemento no visible, puramente sensorial, el cual, uno exclusivamente es capaz de sentirlo a través de la piel, una energía que sólo se puede materializar observando sus efectos.
La idea principal del proyecto consiste en un recorrido, en el que mediante “elementos arquitectónicos” el viento decida manifestarse de distintas formas, ya sea incrementando su fuerza y velocidad, manipulando sus direcciones, creando sonidos, movimientos, efectos visuales, etc.
El emplazamiento es en la Punta Falconera, en uno de los parajes más emblemáticos dentro del Cap de Creus, se llega hasta ahí siguiendo un atractivo recorrido a pie. Está ubicada en la parte más sur del parque natural, muy cercano a la bahía de Roses, lugar muy afectado por la Tramuntana, un viento muy influyente en esta comarca, proveniente del norte, soplando el 70% del año, siendo esta constante en los meses de setiembre a enero, apareciendo en los meses de primavera y verano un viento más liviano proveniente del sur-suroeste llamado Garbí.
Siguiendo estos parámetros, se intenta conseguir un equilibrio entre la intervención y el contexto, experimentando límites entre lo arquitectónico y lo escultórico. Aspectos como la percepción del espacio, materialidad, texturas, luz, sombras, perspectivas visuales, densidad del espacio, entre otros muchos, ayudan a conseguir una máxima sensiblidad en el tratamiento de esta obra.
Como resultado se propone este recorrido en donde las experiencias sensoriales son el verdadero propósito del proyecto, considerando al “cuerpo” como el principal protagonista de la intervención. Resulta realmente atractivo poder franquear las débiles barreras entre el arte, arquitectura e incluso la escultura.

El efecto Venturi, consiste principalmente en el aumento de velocidad que sufre el viento al ser comprimido a su paso, si se encauza al viento y se hace pasar por un área más reducida que por donde fluía, se incrementará la velocidad justamente en donde se ha estrechado el paso. Y por el contrario, disminuirá su velocidad si se hace pasar por un área más amplia.
Esta pieza se compone de 2 elementos verticales, los cuales gracias a su forma quebrada provocan el efecto Venturi. Este recorrido se podrá realizar de dos maneras, ya sea caminando en contra o a favor del viento, sintiendo diferentes intensidades y velocidades en un mismo recorrido.
Como idea de integrar estas piezas al terreno, se decide hacer cortes de pavimentos a lo largo de todo el recorrido, esta vez los dos muros estarán colocados directamente sobre la roca, siendo esta la que acompañe a los casi 14 metros de largo que tiene el recorrido. Estos elementos verticales se colocan uno muy cercano del otro, haciendo que el área de paso sea exclusivamente para una persona a la vez, reforzando la idea de la intimidad sensorial que se intenta conseguir.
Esta pieza se compone de 2 elementos verticales, los cuales gracias a su forma quebrada provocan el efecto Venturi. Este recorrido se podrá realizar de dos maneras, ya sea caminando en contra o a favor del viento, sintiendo diferentes intensidades y velocidades en un mismo recorrido.
Como idea de integrar estas piezas al terreno, se decide hacer cortes de pavimentos a lo largo de todo el recorrido, esta vez los dos muros estarán colocados directamente sobre la roca, siendo esta la que acompañe a los casi 14 metros de largo que tiene el recorrido. Estos elementos verticales se colocan uno muy cercano del otro, haciendo que el área de paso sea exclusivamente para una persona a la vez, reforzando la idea de la intimidad sensorial que se intenta conseguir.

Esta segunda pieza consiste en un túnel fragmentado, creando una composición de llenos y vacíos, siguiendo el viento este mismo juego. El recorrido se hace por el interior de este translúcido túnel, en donde además existen hendiduras a distintas alturas por donde el viento se cuela de forma alternada, creando turbulencias en el interior, el viento actúa de manera desordenada según la fuerza y dirección del viento. Se juega con estas hendiduras por cada lado, siendo el objetivo captar ambos vientos en las distintas épocas del año. Una última etapa de este recorrido consiste en recibir de manera directa la fuerza del viento, o por el contrario ser un refugio en el cual resguardarte del viento. Esta pieza también está pensada para que una persona la recorra a la vez, estrechándose en distintos puntos del paseo para delimitar el paso.
Otro atractivo de esta escultura es el efecto que la luz natural y las sombras sorprenden sobre ella, siendo una pieza con formas irregulares, planos inclinados, aberturas a distintas alturas, y fragmentaciones, estas pueden resultar muy atractivas.
El recorrido total es de unos 15 metros aproximadamente. Está hecha íntegramente en acero corten.
El recorrido total es de unos 15 metros aproximadamente. Está hecha íntegramente en acero corten.

Esta vez se trata de una escultura mucho más visual y auditiva que de participación directa con el cuerpo, es por esta razón que se coloca como foco visual en una de las puntas más altas del terreno, al final del acantilado. Esta pieza está compuesta por escamas de latón brillante color cobrizo, con la finalidad, que el viento se pasee entre estas convirtiéndolas en un espectáculo de sonidos, reflejos y movimientos. Estas escamas están distribuidas desordenadamente, distintos tamaños, formas y brillos producen además de diferentes matices de sonidos, infinitos reflejos sobre el terreno, mar o incluso sobre los visitantes. Su forma rompe con el resto de piezas, su verticalidad la convierte en un elemento destacable entre el resto, rompiendo con la horizontalidad de las otras 5 piezas que acompañan a la obra.
Esta escultura no está hecha para recorrerla, uno podrá observarla, ver sus efectos, pero es el oído el que se encargará de crear la sensación de contacto entre el espectador y la pieza.
Esta escultura no está hecha para recorrerla, uno podrá observarla, ver sus efectos, pero es el oído el que se encargará de crear la sensación de contacto entre el espectador y la pieza.

Otro atractivo efecto se consigue jugando con materiales flexibles a través del viento. En este caso se ha colocado una tela elástica (filtro industrial) sujetada en distintos puntos dentro de un cubículo. Esta pieza está hecha para despertar los sentidos del tacto, esta vez el viento se hará visible a través de esta tela que se acerca y se aleja, acariciando al individuo, envolviéndolo de una u otra manera según la velocidad, turbulencia y dirección del viento. Es la piel la que en esta ocasión entenderá y disfrutará los efectos, la piel lee la textura, el peso, las formas,el movimiento e incluso la temperatura de la tela, siendo una curiosa forma de despertar sentidos quizás olvidados. El efecto visual forma parte importante de esta escultura, la tela al entrar y salir de sus límites, se interpreta como si fuera la respiración de esta pieza, además de ser uno de los puntos de este recorrido en el que el viento cobra mayor interpretación visual.
Esta pieza está pensada en poder convertir el viento en sonidos, basada en la teoría de instrumentos de viento, se elige a La zampoña, y la quena, instrumentos hechos de caña de origen andino. Se diseña un muro con una hendidura a 1.55m de altura, los tubos estarán colocados sobre un eje central con el fin de poder manipularlos manualmente dependiendo la dirección del viento, se intenta conseguir que el visitante tenga una participación íntima con el resultado de estos sonidos.
Por otro lado a esta pieza lo acompaña un pasillo, siendo este una solución para la circulación entre ambos lados de la escultura, además de convertirse en un efecto más a favor del viento, donde se sentirá incrementada notablemente la velocidad una vez se atraviese de lado a lado.


Por otro lado a esta pieza lo acompaña un pasillo, siendo este una solución para la circulación entre ambos lados de la escultura, además de convertirse en un efecto más a favor del viento, donde se sentirá incrementada notablemente la velocidad una vez se atraviese de lado a lado.

Esta pieza marca el comienzo y la bienvenida a este recorrido, siendo el primer punto visual desde el camino de ronda. Se trata de una escultura rectangular de unos 12 metros de largo y hasta 3 de altura, por la cual el viento incide de manera lineal a través de este tubo. El visitante se colocará en uno de sus extremos sintiendo el viento de forma directa. La forma de este tubo es de embudo, más ancha en uno de sus extremos, para que incida el viento con facilidad y reduciéndose de tamaño a su paso, haciendo que el efecto sea más intenso. Se intenta usar proporciones reducidas para que el flujo del viento sea directo en su totalidad sobre la persona que se coloque delante. Por otro lado se consigue crear un efecto de ventana hacia el paisaje, creando un marco visual del mar, obteniendo una conexión entre el paisaje y el observador.A esta pieza la acompaña una pasarela de madera siguiendo el mismo lenguaje de los conectores ubicados en todo el acantilado, esta se coloca en el lado derecho, ya que el mar esta vez, es el margen visual del terreno .






